OTAN alerta de guerra; iglesias se preparan

La guerra en Ucrania entra en su tercer año, lo que ha llevado a líderes europeos a advertir sobre la necesidad de prepararse para potenciales nuevos enfrentamientos. Ursula von der Leyen enfatizó que la mejor forma de evitar la guerra es prepararse para ella. Esta perspectiva ha generado un llamado a la acción entre los líderes europeos.

El gobierno holandés ha recomendado a sus ciudadanos que tengan un kit de emergencia y efectivo en reserva ante posibles ciberataques. Estas medidas reflejan una creciente preocupación por la seguridad en el continente.

La respuesta cristiana al panorama bélico se está articulando a través de iniciativas como la del Consejo de Iglesias Europeas (CEC), que ha lanzado un programa para unir a líderes religiosos y promover la paz en Ucrania. Este esfuerzo busca reparar lugares religiosos dañados y fomentar acciones concretas por la paz en la región. La iniciativa subraya el rol de las iglesias en tiempos de crisis.

Ante el futuro incierto, la llamada bíblica a enfrentar “rumores de guerras” ha inspirado a los líderes cristianos a reflexionar sobre su papel en la construcción de la paz. El CNE ha pedido a los líderes europeos que ofrezcan respuestas ante el turbulento panorama.

La iniciativa “Caminos hacia la Paz” del CEC sigue activa, buscando ejemplos de esperanza y unidad en Ucrania.

Frank Heinrich, ex copresidente de la Alianza Evangélica en Alemania, ha expresado que, a pesar de las afirmaciones tranquilizadoras de algunos líderes sobre la falta de amenazas directas, el miedo a la guerra en Ucrania persiste. Según Heinrich, el miedo actúa como una infección que puede desviarnos de nuestra verdadera misión. Este temor es particularmente relevante en momentos de crisis económica y conflictos globales.

Heinrich recuerda la pandemia de Covid como un ejemplo de cómo el miedo y el pánico pueden eclipsar el enfoque cristiano de servir a los demás. Destaca que el Evangelio debe ser esencial para superar el miedo y la tristeza en tiempos adversos. Las iglesias deben centrarse en los valores del Evangelio, recordando a los creyentes que su fe les da fortaleza para enfrentar desafíos.

En Italia, Leonardo de Chirico, teólogo y pastor de Breccia di Roma, menciona que, aunque hay discusiones sobre la guerra, no se perciben amenazas inmediatas. Sin embargo, advierte que la falta de preparación generacional para enfrentar guerras es un punto ciego. Acentúa que los líderes cristianos deben promover la resiliencia y enfatizar que la verdadera esperanza está más allá de esta vida.

En Suecia, Jonas Ahlforn von Beetzen, pastor de la Iglesia de Suecia en Örebro ha escrito un libro sobre preparación para desastres, enfatizando la supervivencia práctica y los aspectos espirituales. Destaca la importancia de que las iglesias movilicen a sus miembros para apoyar a los afectados por crisis, promoviendo una visión pastoral que aborde las oscuridades del corazón humano y fomente la colaboración en lugar del individualismo.

Desde Letonia, el pastor Martins Martinsons de Reformātu Pārdaugavas Draudze en Riga,resaltó que la Iglesia debe brindar apoyo espiritual y material en tiempos de crisis. Su congregación ha ayudado en la guerra de Ucrania proporcionando medicamentos, apoyo financiero y equipo para capellanes. Además, aboga por una respuesta no politizada, actuando proactivamente ante las dificultades.

“Hay espacio para desafiar a quienes permanecen neutrales. Necesitamos ser misericordiosos. Y todos somos hermanos y hermanas en Cristo”, finalizó.

Noticia extraida de Bibliatodo Noticias 

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